El branding personal o autopromoción en redes sociales consiste en promocionar por sí mismo sus logros, trabajos y fracasos, es decir, consiste en llamar la atención y alcanzar visibilidad incluso utilizando aquello que quisiéramos obviar: el fracaso. Aquí bien podría ser útil pensar: mientras más humano, más engagement.
Una de las cosas más importantes que se deben tener claras al momento de auto-promocionarse es: ¿Qué nos diferencia del resto? A partir de allí podremos saber qué queremos promocionar de nosotros mismo y para qué. Auto-promocionarse implica reconocer que se es una fuente de información lo suficientemente confiable como para mostrar y ganar credibilidad dentro de la dinámica social digital.
¿Para qué algunas personas se auto-promocionan?
Si el sujeto se asume como marca o cuenta con un producto intelectual que desea mostrar, como alguna obra literaria o pictórica, seguramente querrá auto-promocionarse para emprender el posicionamiento de su imagen como artista, escritor, científico, etc., seguidamente para tener una oportunidad de mostrar su trabajo, comercializar con él y por supuesto, crear una comunidad cuyos intereses giren en torno a lo que está promocionando de sí mismo o bien para darle mayor salida a la obra ya publicada o expuesta.
Por eso, Decker y Kylen nos sugieren como primer paso:
- Hacer un estudio sobre las redes que mejor se adecúan a la marca o a nuestros intereses
- Llevar un blog porque en él se recogerá toda la información y conocimientos de la marca personal.
- Luego de haber escogido una plataforma (blogspot, wordpress, Tumblr, Medium), debemos tener claro qué escribir.
Luego de considerar estos pasos, recordemos que las personas llegan a los sitios web por la eficacia de los motores de búsqueda, pero la única manera de hacer que se queden, regresen y recomienden nuestra web es por la calidad de los contenidos. Mientras mejor entendamos que debemos hacer que el usuario genere fidelidad con la marca, mayor autoridad tendremos frente a él sobre lo que se dice y mejores contenidos produciremos.
Ahora bien, recordando que las redes sociales son precisamente eso: una red, siempre es importante asumir nuestros contactos o seguidores como posibles personas que hablarán sobre nuestra marca, por ello nuestro trabajo es ofrecerles un producto de calidad no sólo para hacerlos hablar sobre nosotros, sino para que hablen bien. La experiencia del usuario en nuestra página web o red social está en nuestras manos: eficacia y calidad son nuestras palabras clave.
La autopromoción es un trabajo y como todo trabajo exige paciencia, constancia y coherencia entre lo que compartimos y lo que queremos conseguir. Por esa razón también es importante medir constantemente el alcance de nuestra marca (siendo la imagen propia en este caso). Para ello se recomienda utilizar Google Analytics, el cual nos facilitará información sobre el origen del tráfico que recibimos, cantidad de visitantes, palabras clave que más atrae a los usuarios e incluso los artículos que no han gustado demasiado.
Finalmente, el branding personal es publicidad y es experiencia. No siempre las marcas con mayores recursos son las más posicionadas, sino aquellas que mantienen la mejor calidad.