Las multinacionales y su paso por los coworks

Sabías que empresas como Instagram, UBER, Spotify – hoy reconocidas por ser mega compañías tecnológicas – surgieron en un espacio de coworking y bajo un modelo de oficina colaborativa. ¡Así es! Aquí te contamos cómo estos espacios ayudan a dar un giro a las empresas del futuro. 

Desde hace algún tiempo, el cowork y su sistema de economía colaborativa están en pleno ascenso. Si bien, la pandemia planteó la incorporación de nuevos modelos de negocio y convertirse en facilitadores de sistemas híbridos para las empresas, pero que siguen manteniendo el espíritu de estos espacios que son la colaboración, el networking y el escalamiento.  

Este último aspecto es el que ha permitido el crecimiento de múltiples startups, las cuales han aprovechado las ventajas que significan estos espacios colaborativos para los nuevos empresarios. Así es que compañías como Instagram, una de las redes sociales más populares del último tiempo, nació en el coworking Dogpatch Labs, en San Francisco, siendo esta etapa, según sus propios fundadores, un hito relevante para su futuro escalamiento global. 

Le siguen también los casos de Uber, la gigante del transporte privado la cual inició en los espacios de trabajo de coworking The Yard en Manhattan, Nueva York y Spotify en RocketSpace, en San Francisco

Sin duda, la experiencia de estas grandes multinacionales da cuenta del rol que ocupa el entorno colaborativo, en las etapas iniciales de un proyecto. En este sentido, los espacios de coworking no sólo ofrecen lugares de trabajo más económicos y asequibles para los emprendedores y startups, sino que contribuyen con una sinergia necesaria entre coworkers y con la oportunidad de hacer networking, aspectos muy necesarios para su futuro crecimiento. 

Es tal el impacto de esta industria que de acuerdo con un estudio realizado por la consultora JLL, en la actualidad, en promedio, el 4% de las oficinas en Latinoamérica es utilizado por espacios tipo coworking, con contratos flexibles en base a membresías. Además, el mismo informe proyecta que, para 2030, esta propuesta representará un 30% del mercado latinoamericano. Y, en el caso de Chile, las oficinas flexibles tendrían una participación de 1,6%.

Esto se traduciría que el 15% del stock total de oficina clase A-AB esté ocupado por proveedores de espacios flexibles en Santiago a 2030.

Esta y otras razones más, hacen del coworking un lugar idóneo para que los emprendedores comiencen su aventura empresarial. Las buenas conexiones y la creatividad que promueven estos espacios son también catalizadores del éxito de cualquier emprendimiento.